Existen miles de razones para adorar a Dios, el simple hecho de ver la luz de un nuevo día si reflexionamos en ello, es realmente un milagro.
Aunque muchas personas aún son indiferentes a Dios, los que hemos sido escogidos debemos hacer esfuerzo por ayudarles a encontrar la verdad.
Debemos tomar la decisión de dar lo mejor de nosotros a Jesucristo y presentarnos con un corazón limpio y dispuesto a adorarlo, porque Él se dio a si mismo para redimirnos.
En las Sagradas Escrituras leemos que debemos postrarnos, arrodillarnos, clamar al poderoso Jehová y Él escuchara nuestro clamor y nos sacará de toda dificultad.
Porque grande es su amor para nosotros y nos da la oportunidad de conocerle, a lo cual debemos responder con un deseo ferviente de buscarlo y agradarle.
Todo aquel que busca a Dios con todo su corazón lo encuentra porque Él es bueno y desea que todos obtengamos la vida eterna que podemos alcanzar si perseveramos en su camino.