Con la certeza de que el único camino a la vida eterna es Jesucristo, vivamos cada día perseverando en la fe verdadera y esperando la recompensa prometida.
La palabra de Dios establece que para los que sigan a Cristo está preparada una morada en el cielo en donde no habrá tristeza ni dolor, por lo tanto esperemos gozosos el regreso de nuestro Señor Jesucristo.
Con la esperanza de alcanzar ese lugar en el Reino de Dios debemos prepararnos para cuando Él nos llame con la finalidad de conseguir vestiduras blancas para estar en su presencia, sabiendo que sin santidad nadie verá al señor.
Para vivir apegado a la voluntad de Dios solo debemos disponer nuestro corazón a obedecer su palabra y entonces veremos las grandes bendiciones que tiene para quienes le aman.
La biblia contiene una fuente inagotable de sabiduría que si la estudiamos y retenemos nos llevará a vivir una vida completamente llena de paz y agradable a los ojos de Dios.
Por lo tanto, sigamos escalando peldaños y llevando juntamente la cruz con nuestro Dios y Salvador, esperando la recompensa que tendremos al final del camino que nos llevara a la salvación de nuestras almas.