Siempre dando gracias a Dios en todo tiempo, así lo dice la palabra bendita de nuestro Creador y así debemos hacerlo, porque Él es bueno y su misericordia para sus hijos es infinita.
Hermosas promesas de amor eterno de Dios para sus hijos, que nos llenan de esperanza, con un corazón agradecido estemos atentos a su voz y su llamado en todo momento.
Haciendo todo lo que nos toca para honrar a Dios como si fuera para El, debemos realizar nuestros afanes con alegría y entusiasmo, y seremos bendecidos por darle la gloria al que lo merece todo.
Y procurando el todo momento sea bueno o difícil, buscar de su presencia, de su palabra y Él nos infundirá aliento y fortaleza para afrontar cualquier situación cambiando nuestro lamento por alegría.
Los hijos de Dios, debemos tener siempre el deseo ferviente de agradarlo y mostrarle agradecimiento por el sacrificio para lavar nuestras culpas, haciéndonos salvos y dándonos una vida eterna a su lado.
Por muchas razones, debemos estar alegres y agradecidos, dando a Dios toda la honra y gloria que solo Él se merece, de tal manera que todas nuestras acciones sean de acuerdo a su voluntad.