A hablar de la justicia de Dios, nos damos cuenta de la gran protección que tenemos a nuestro alcance al poder contar con ese amor infinito que nos cubre y nos guarda de toda injusticia.
Puesta nuestra fe en Nuestro Padre Celestial encontraremos la fuerza, la verdad y el consuelo que necesitamos para caminar en camino angosto.
Sabemos que hemos sido justificados por la gracia de Dios, a pesar de ser pecadores, nos dio a su amado hijo a pagar nuestras culpas y por esa razón podemos obtener la salvación sin merecerla.
Toda dificultad que se nos presenta, Dios la resolverá si oramos y la dejamos en sus manos, porque El escucha el clamor de un corazón arrepentido y necesitado.
La misericordia y el bien rodean al justo, la palabra de Dios nos promete que contaremos con su justicia si lo buscamos, porque Él nos protegerá de cualquier obra de maldad.
Con la mirada puesta en Jesucristo, existe la plena certeza y tranquilidad de que nos dará esa paz y seguridad que solo puede tener quien confía plenamente en El, y aumentara cada vez más nuestra fe y fortaleza.