Cuando vemos estos versículos de las maravillas de Dios sabemos que su grandeza y poder infinito supera todo lo que humanamente nos podemos imaginar.
Lo que Dios nos puede dar es mucho más de lo que le pedimos y nos bendice de una manera abundante cuando ponemos solo en El toda nuestra confianza.
Agradecer diariamente los milagros del Señor es algo esencial para seguir disfrutando de su protección y respaldo en nuestras vidas y nuestros seres queridos.
Sabemos que confiamos en quien es todo poderoso y hace posible lo imposible, por lo tanto es maravilloso poder vivir como hijos de Dios.
Nuestro Señor Jesús actúa poderosamente en quien le entrega por completo su corazón y se deja usar por El con el propósito de dar a conocer su palabra a quien la necesita.
En ocasiones creemos que Dios no responde a nuestra petición, pero de pronto vemos su gran amor y misericordia, aliviando nuestras angustias y convirtiendo nuestro lamento en gozo.