Dios prometió a la humanidad un Nuevo Pacto para alcanzar la salvación para todos los que le aman y de corazón desean andar en sus caminos y agradarle.
La sangre de su hijo Jesucristo nos libera del pecado, transforma nuestra vida y nos ofrece una intimidad con nuestro Padre Celestial, lo que nos da una verdadera paz y confianza.
La misericordia de Dios es infinita ya que a pesar que por nuestra naturaleza humana constantemente fallamos, Él nos perdona dándonos nuevas oportunidades para llegar a su Reino.
A pesar de las advertencias escritas en la palabra de Dios, aún conocemos a quien se resiste a llevar una vida bajo la voluntad de Dios, y solo el Espíritu Santo puede transformar esos corazones.
La falta de conocimiento de la palabra de Dios hace que la fe disminuya, por esto es importante que se propague el Evangelio y que demos buen testimonio a nuestra familia y amistades
Si Dios Padre nos envió a su amado hijo para salvarnos, lo mejor que podemos hacer es aceptarlo en nuestro corazón y confiar en sus maravillosas promesas de amor y no dejarnos engañar por las vanidades del mundo.