A quienes Dios ha redimido son parte de los elegidos para llegar a su Reino con todos los privilegios y protección de Hijos de Dios.
Nosotros somos ahora parte de la familia de Dios, aunque en otro tiempo no éramos, Dios nos ha llamado a su camino, alcanzando su misericordia.
En su bondad Dios nos ha redimido por medio de la sangre de Jesucristo, para darnos el valor que habíamos perdido a causa del pecado.
Cuando vivimos lejos de los caminos del señor, estamos completamente desprotegidos, llevando una vida sin valores y sin darnos cuenta nos estamos perdiendo de todos los beneficios de ser hijos de Dios.
El amor que Dios pone en nuestro corazón cuando lo aceptamos verdaderamente, nos conduce a tener una actitud noble y nos respalda en todas nuestras actividades
Solo Jesucristo tiene el poder para redimir nuestras almas y darnos la bendición de pertenecer a los escogidos de Dios para vivir juntamente con El.