En la palabra de Dios encontramos versículos que nos hablan sobre la Victoria de Jesucristo que se representa en nuestra vida en forma de bendiciones.
Sabiendo que tenemos como mediador ante nuestro Padre Celestial al mejor abogado que ha pagado por nuestros pecados, estamos confiados en que podremos llegar a su Reino.
Nuestro Salvador que dio su vida por nosotros recibiendo dolor y sufrimiento, nos ha dado la Victoria sobre la maldad y el pecado y con ello nos ha dado la oportunidad de recibir la vida eterna.
Cada día recibimos gran cantidad de bendiciones de Dios que nos llenan de fortaleza y nos invitan a seguir llenándonos de su amor y de su misericordia.
Al arrepentirnos y alejarnos de una vida de pecados estamos agradando a Dios y aceptando la salvación que nos envió por medio de su hijo Jesucristo quien venció a la muerte y al pecado.
Cuando recibimos a Cristo como nuestro Único Señor y Salvador conseguimos el derecho a ser sus hijos y somos transformados y lavados con su sangre, preparándonos para el gran día de su regreso.